La pasión de conocer Marruecos · La Menara
A unos 45 minutos a pie de la plaza Jemaa El Fna, la Menara con vistas a su jardín espera cada atardecer. El mejor momento del día para disfrutar de este entorno único delante de las montañas del Atlas.
En el siglo XII, los almohades construyeron el parque de la Menara y el estanque que reina en el centro del lugar. Cuentan que esta reserva de agua tenía varias funciones en aquellos tiempos: no era sólo una reserva de agua para el regadío, sino también una piscina utilizada por los soldados que estaban aprendiendo a nadar para prepararse para un posible cruce del Mediterráneo en dirección Al Andalus. En 1870, se construyó un bonito pabellón Saadien de techo verde esmeralda que según la leyenda servía de lugar de celebración de los nombramientos de los sultanes de la época. Incluso se dice que alguno de ellos tenía el hábito de lanzar a su competidor al estanque al amanecer… Hoy en día, es un lugar frecuentado para pasear y relajarse, y los amantes que se reúnen aquí desde luego no terminan en el agua, sino que disfrutan admirando una maravillosa puesta de sol donde los últimos rayos de luz se reflejan en el estanque irradiando luz cálida a todo el entorno.
En el jardín, lleno de árboles que dibujan el horizonte, priman los olivos, pero también hay cipreses y palmeras que se sirven de un sistema de regadío alimentado por agua de las montañas situadas a unos treinta kilómetros de Marrakech. Este sistema hidráulico se remonta a más de 700 años y es una muestra del ingenio de los arquitectos que diseñaron el lugar.
La Menara y su jardín abarcan unas 88 hectáreas impresionantes por su belleza e historia. Aire, Agua y Sol…Palmeras, Olivos y Montañas… ¿qué más se puede pedir?
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